14 de febrero de 2011

Cupido y el ratón

Por $.M.K.

Existen muchos métodos para encontrar aquella media naranja que se ansía. En la disco, sistema muy recurrente pero que debido a la ingesta de productos etílicos pues uno apenas se da cuenta con quien se encuentra. Lo más seguro es que aquella dama que te fascinaba se llamase Manolo.

Otro sistema es clásico amigo que te presenta a una amiga de su hermana o de su prima o amiga a secas, y hace de celestino. Si ves que está buena la pregunta que te haces es clara. “Con lo buena que está y no se la ligado?” ... “Aquí hay gato encerrado!” Y días más tarde te das cuenta de que en realidad se llama Manolo.

Este sistema es para los que son extrovertidos, existen un grupo que son más tímidos y/o que no han sido agraciados con el don de la belleza en los que los dos sistemas pues no les iría tan bien. Para ellos existe las webs de ligoteo on-line. En el que las posibilidades de que tu media naranja que está al otro lado de la pantalla se llame Manolo aumentan de modo considerable.


Esto no es baladí, pues, está probado por los investigadores de las instituciones más prestigiosas del mundo. Como el de Cambridge o incluso el MIT. Para empezar hay que rellenar una ficha, que es la que será tu perfil. Así que te debes buscar un nick, porque seamos claros poner nombre y apellidos pues no atrae la atención a no ser que te llames Brad Pitt o uno de esos actores guaperas que hay hoy día. Así que tratas de elegir uno que impacte... Musolini!... no, quiero que sea impactante pero no tanto que huyan corriendo, para eso con ver mi careto me basto. A ver otro... El Bokeron! No, muy manido, aparte ya hay varios que se llama así y están numerados. Groucho! ... No, porque con un nick pensarían que soy tan hilarante como el personaje así me vería obligado a hacer chistes varios cuando en realidad yo mismo soy el chiste... Veamos... tiene que haber un nick, no puede ser tan difícil. Ah! Abimelek Rey Padre.... Pensándolo bien si pongo este nick no llamaré la atención de una buena moza sino del instituto de frenopatía. Elegiré uno más normal Aldebaran_96 por ejemplo.


Una vez ya has escogido tu nick rellenas con imaginación los demás campos de edad (ficticia) pues aquí todos los datos son ficticios y le das al enter para confirmar.

El siguiente paso es poner una foto. Hay muchas fotos de tíos cachas y tías macizas (algunas casi en bolas) para atraer al ingenuo usuario. De modo que lo más lógico, y si se quiere comer una rosca que no sea la del pack de Filipinos, es que ponga una que hay en internet, pero lo piensas más detenidamente y dices “Venga, no creo que pase nada, total esto es para buscar pareja”. Luego le das de nuevo al enter.

La parte más chunga es aquella en la que se te pide que pongas algo sobre ti. Así que deberás dedicarle más tiempo al que dedicaste en elegir tu nick en poner algo creíble y que no incluya algo del tipo “Soy autentico, si buscas algo diferente yo soy tu tipo” porque si buscase algo diferente saldría con un perro.

Tanto si eres hombre como mujer verás que hay muchas opciones para elegir. Buscar chico busca chica, chico busca chico... aunque la segunda opción aún no he tenido el gusto de probarlo, entre otras cosas porque si quiero ver a alguien peludo en gallumbos sólo tengo que mirarme al espejo, elegiré la primera opción. Se te brinda la oportunidad de seleccionar la edad entre las que quieres que sean tus medias naranjas. Y cuando digo “Te brindan” es que puedes elegir desde los 18 hasta los 100 años. A decir verdad me cuesta creer que alguien con 100 años ande por estas webs, aparte que la gerontofilia no es una de mis pasiones, por muy desesperado que esté.


Una vez hecha la selección aparecen unas mozas, algunas de muy buen ver. En primer lugar ves las fotos y luego, si te animas, pues la descripción que ha puesto. Normalmente casi todas son parecidas. Soy guapa, simpática... algunas se atreven y ponen que también son cariñosas. Lo que no falta es eso de amiga de mis amigos. Y piensas, si es amigas de sus amigos ¿cómo es que sus amigos no la han pretendido? A ver si se va a llamar Manolo.

Es una posibilidad, pero hay que tener esperanza. Así que en un impulso más libidinoso que romántico te lanzas a escribirle unas líneas. ¡Pero un momento! Para comunicarme con la moza tengo que dar mi numero de tarjeta y no hablo precisamente la del videoclub. Ya no me está gustando este invento. En algunas webs existe la opción de enviar un beso virtual, que es la versión moderna de pedirle al compañero de pupitre que le entregues una nota. Después de clavarme un pastón por el que cualquier persona normal se hubiera dado una opíparo almuerzo con postre incluido me pongo a enviar el mensaje.

Si para elegir el nick y rellenar el campo “Pon algo sobre ti mismo” tardé más de una hora. Para escribir el mensaje se tarda más. No es fácil escribir un mensaje a quien ni siquiera conoces. Es algo como escribir una carta de amor, pero sin que sea de amor. Una paradoja en toda regla. En este tipo de mensajes hay que tener cuidado en lo que se pone, ya que al igual que en un juicio, cualquier cosa que digas podrá ser usado en tu contra. Hay gente que escribe poemas o algo razonablemente parecido. Otros comienzan con un “Hola” y les cuentan su vida (ficticia) para recibir respuesta.


Hay algunos sectores que piensan que esto del mensaje es como escribir la carta a los Reyes Magos, por ejemplo. “Soy buena gente, me gusta esquiar, me encanta la Gibson Les Paul ES 335, el Bami goren y los bocatas queso Appenzeller”. Así que para no hacer el ridículo lo mejor es poner eso de “Estás muy guapa en la foto (si es la autentica, piensas para ti mismo mientras escribes el mensaje) Creo que tenemos cosas en común. Respóndeme si piensas lo mismo.”


Pero pensar que eres el único que la ha enviado un mensaje sería de necios. Estando como un tren en su buzón deberá tener más mensajes que Santa Claus y Ringo Star juntos. Así que optas por escribir otro mensaje a otra moza que hay disponibles. Cómo te ha gustado mucho el mensaje previo repites, para que pensar otro diferente, no creo que vaya a darse cuenta.

Desde un punto de vista, este sistema resulta efectivo ya que con un par de clicks le has tirado los tejos a más tías que en la disco en una noche. Pero como la realidad se impone pues más de la mitad, por no decir ni dios, responde.

Piensas, en que he fallado.... mi desodorante no me puede haber fallado ya que en la red resulta superfluo. A que va ser la foto, tendría que haber puesto una de un tío en bolas haciendo posturitas. O igual va a ser que la descripción no le ha llegado... que digo si la descripción es buena. “soy auténtico y diferente. Una buena persona que busca conocer gente” Igual si hubiera puesto que trabajo para un departamento de Marketing Counsutling resource le habría entrado el gusanillo. Y es que la profesión que pones es esencial. A un hombre, apenas se fija en la profesión. Que limpia el culo de los elefantes de zoo, bueno ¿y qué? Que investiga en la bomba atómica de plutonio con fines destructivos, bueno... es un oficio. Lo que se fija un hombre es en la foto. Ellas suelen leer más, por eso los escritores ligan más.

Si hay suerte y fortuna (varios meses después cuando ya ni te acuerdas de que tenías un cuenta), es posible que recibas un mensaje de alguien, o que recibas un beso virtual. Pero te da pereza y las ganas y el entusiasmo que había al principio pues se han largado a una isla paradisiaca. Pero hay que ser un caballero y responder. Ves su perfil, es mona y bueno a ver lo que pasa , así que cortésmente envías tu mensaje y al cabo de unas semanas quedas en un bar.

Las citas a ciegas de antaño ofrecían el ingrediente de no saber como era la persona con la que te citas, en esta época el ingrediente es no conoces su voz, así que es una cita a sordas, pues la foto ya la has visto en su perfil. Por lo que los códigos del tipo, soy el que lleva una flor o un jarrón de la dinastía Ming en la cabeza ya se quedan obsoletos.

Ha llegado el momento de la verdad. Cuando la ves acercarse piensas “no puede ser ella, en la foto tenía el pelo rubio... y no sé si será mi imaginación pero tenía menos pecho. A que se va a llamar Manolo.”

Después de tomar un café descubres que no se llama Manolo. Te comenta que creías que sería más alto para finalizar con “ya nos veremos”. Que es la versión eufemística de “menudo chasco me he llevado”

Al pagar la cuenta del bar con tu tarjeta el camarero te advierte que hay un problema con la tarjeta. Y dices “no puede ser” Al revisar tu cuenta te percatas que los de la web de ligoteo on-line te han renovado, sin saberlo, la subscripción y la han cargado a tu cuenta. “¡Serán mamomes!”

Moraleja, nada como cenar en compañía de Scarlett Johanson, Penélope Cruz o Rita Hayworth. Al menos ellas no te decepcionan aunque se llamen Manolo.

2 comentarios:

AZAHARA dijo...

En serio hay tanta gente que se llama Manolo?? jajaja!

La verdad es que esto del ligoteo por internet es todo un mundo... Tengo una amiga que se mete en chats de estos y ha quedado a veces con chavales y vamos, nada que ver con lo que habían dicho y chascos a montones. pero es el riesgo, supongo que habrá gente a la que le salga bien, no? :)

Un besito y siento la tardanza en pasarme por aquí, pero es que tus posts requieren su tiempo. me encantan, me río un montón!

$MK dijo...

Más de la que piensa, junto con José y Luis no sólo son los más populares sino que es posible que hagan un trío XD

Por eso pongo un avatar de fantasía, para evitar chascos =P

Un saludo!

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