27 de febrero de 2009

Cogito, ergo sum.

Por $.M.K.

Pienso, luego existo... muchos dirán: menuda frase! Pues están en un error, no es para tanto. Pongamos como ejemplo a Einstein, Bush y un bocata de queso manchego. Las tres cosas cosas existen. Einstein pensaba y mucho, hasta formuló una teoria de la relavidad según cuentan. Bush no piensa, pero existe muy a nuestro pesar. El bocata de queso manchego existe, no piensa, pero existe y está que te cagas de bueno.


Así pues se desmantela la primera parte de la frase de Descartes. No es necesario pensar para existir, pero ¿es necesario existir para pensar?

Sigamos con los mismos modelos de antes. Eistein existe y vaya que si existe, su teoría de la relatividad y el estudio de la mecánica cuántica ha cambiado el mundo de la física, prescisamente porque pensó en ello, uso su cerebro. Bush existe, pero no piensa porque a pesar de poseer un cerebro aún no lo ha estrenado. El bocata de queso manchego existe y a que precio, es posible que se agoten las existencias, pero de inmediato llega una nueva remesa. Pero no piensa. Que deducimos de todo esto. Que para pensar se precisa un cerebro, por el cual pensamos en cosas diversas. Un plan para atracar un banco, como ligarse a la vecina del 4ºA, como llegar a fin de mes, como hacer una bami goren y no quemar la cocina en el intento. Piensas en tus amigos, en tus padres, en tu mascota, en las modelos del Playboy...

Por lo que para pensar es preciso ser un ser vivo, ¿pero qué clase de ser vivo? ¿una planta? ¿Un insecto? ¿un animal? ¿Una modelo de Playboy? Para empezar las plantas no piensan, porque si pensaran cada vaz que ser humano intentará arrancarlo de su hábitat o prenderle fuego, con una de sus ramas nos soltaría un sopapo de agarrate y no te menees.
Los insectos actúan por instinto, no piensan, pero existen. Si notan una amenaza ponen patas en polvorosa. Ademas si pensaran se adueñarían del mundo y nos tendrían como esclavos, como son más numerosos se unirían y al garete la especia humana.
Los animales también se las piran cuando hay peligro, pero piensan cuando se trata de buscar comida. Está comprobado que usan estrategias que nosotros usamos para sobrevivir, como robar la comida del vecino que es el equivalente de robarle el periodico al vecino. Así pues los animales piensan y existen. Su pensamiento no es tan alto como el nuestro pero piensan, sino como explican que mi perro cada vez que llego a casa se esconde debajo de la cama. Uno entra y se encuentra la casa patas arriba, el mando de la tele lleno de babas, la cama llena de pelos y piensa "Maldito perro como le pille!" pero el perro ya ha pensado esto antes y por eso se esconde el muy gallina capitán de las sardinas.
La modelos de Playboy existen, aunque aún no la haya conocido aninguna en persona, tampoco he conocido a Los Rolling Stones, pero ahí están. Algunas piensan y existen, otras solo piensan en los billetes que recibiran por quitarse la ropa y existen, otras no piensan, pero nos alegran la vista y nos alegramos de que existan.


En resumen, que para pensar es necesario existir, y para existir no es necesario pensar. Y para terminar esta chorrada de post parafrasearé una cita de Napoleón: Sobre la dualidad del pensamiento y el alma se puede filosofar, tratándose de un bocata de queso manchego hay que comer.

3 comentarios:

Chus dijo...

En realidad Descartes lo que quería decir es que puesto que piensa tiene la certeza de que existe.

Dudaba de si existía o no. Pero no ponía como condición para la existencia el pensar.

De hecho, separaba entre dos tipos de existencias: la res cogitans (la mente que piensa) y la res extensa(las cosas que podemos medir y tocar).

Según Descartes ambas existen independientemente.

Descartes daba respuestas a tus preguntas, otra cosa es que se encuentren dentro de la misma cosmovisión.

Espero no haberte rallado... es que pasaba por aquí y no he podido evitar el impulso de contestarte... :P

¡Saludos!

$MK dijo...

Estimado Chus,

Muy didactico su comentario, parece que tiene calao a Descartes. La verdad no sé lo que le llevó a decir su frase, pero si hubiera tenido un buen bocata de queso manchego a mano las cosas hubieran cambiado.

Hay muchos en este mundo que para existir no ponen como condición pensar, porque si lo hicieran harían un blog tan absurdo como este (entre otras cosas).

Chus dijo...

Descartes sólo tenía una estufa el pobrecillo :P
Nos lo cuenta en el Discurso del Método, un libro muy divertido...
A propósito, Descartes separó la res cogitans de la res extensa para construir un tratado de medicina donde se justificase el abrir los cuerpos... Como el alma estaba en otro lado no pasaba nada.
Pues sí, básicamente lo hizo por eso, jajaja... el Discurso del Método no es más que un prólogo de sesgo propedéutico... vamos, una introducción a un libro de medicina...

¡Saludos!

Malos tiempos para la música

Por $.M.K. Malos tiempos para la música Malos tiempos para la música Pongo la radio, sale una de Pitbull y en otra suena Nicki Minaj...