Por $.M.K.
Hace poco terminé un libro. Seiscientas sesenta y pico páginas y ningún dibujo para colorear. El caso es que lo leí a modo de curiosidad, no daban por la tele nada interesante. Las opciones eran un programa debate sobre la nariz de la Esteban, un documental sobre la vida de La Pantoja seguido de un coloquio sobre su implicación en la operación Malaya y la peli de la Sexta con Jackie Chan. Luego me pareció que en Cuatro ponían porno, pero fue una falsa alarma. Era el tipo ese de Fama haciendo no se qué fantochadas. Ya sólo me quedaban la 1 y la 2. Canales que no suelo ver ya que en caso de apretón, pues no me permite ausentarme en la publicidad, y además no tenía el cuerpo para un documental de la ave cernidora. Y Canal Sur, pero ese es otro cantar.
Así pues, con un emparedado de pastrami y un refrescante zumo de piña no me quedó más remedio que ir a ese lugar donde coloco los libros. La gente culta lo llama estantería, yo lo llamo sodoma y gomorra. El caso es que entre un montón de polvo y vida unicelular había una pequeña colección de libros, junto con un Playboy del año 94 y un par de cupones descuento del Día.
Erán libros que por alguna intrincada serie de sucesos llegó a mis manos. No suelo leer mucho, más que nada porque me distraigo mucho con cualquier cosa y no logro concentrarme, eso explicaría porque no logro poner una lavadora. Si las instrucciones tuvieran dibujitos para colorear otro gallo cantaría.
El caso es que encontré un libro que se titulaba "Los hombres que no amaban a las mujeres" de un tal Larsson. No me explicó como llegó a mis manos, seguramente me lo encontré, como la mayoría de las cosas. Menos dinero y tías macizas llamandome a gritos me he encontrado de todo. Un día hasta me encontré una peli en Beta.
A lo que iba, que sin nada que ver por la tele no podía desperdiciar mi emparedado de pastrami. Así que me dije: "Bueno, le echó un vistazo hasta que me termine el emparedado".
Las primeras páginas lograron intrigarme. Un tipo que recibe flores de distinta clase cada año. Cuando termine el prólogo, hasta la página 14 , ya me había ventilado la mitad del emparedado. Prosiguiendo con la lectura, llegué por fin al capitulo 1. Creí que nunca llegaría! Luego vi lo que me quedaba de libro y me entró un bajón de agarrate y no te menees!! Me comí lo que me quedaba del emparedado de pastrami. Lo más coherente según mi ilógica, sería cerrar el libro y usarlo como calzador del sofá. Pero en lugar de ello, me quedé leyendo una páginas más.
Ahora otro tipo salía de un jucio en el que le habían condenado por difamación, creo que se llamaba Blomkvist o algo así. No sé, estos escritores suecos eligen unos apellidos que pa qué. No podía llamarlo Smith o Jones que es más fácil. Pero agarrate al apellido del tipejo que lleva a la cárcel a Blomkvist. Wennerstrom. ¿Lo hizo aposta para que se me quitaran las ganas de leer?
No obstante, fui pertinaz y continué leyendo. Eran ya las tantas y los programas de la tele ya habían terminado, menos el debate de la nariz de la Estaban. Los demas canales emitían un programa de teletienda, las cadenas locales que estaban en la TDT seguían en sus trece de poner tias en pelotas y abajo una especie de chat con mensajes del tipo "***** ****** *** * ***** ** ***** ****** **********" la ley del menor me impide reproducir textualmente el mensaje, así que se harán cargo. Pero eso a mi no me interesaba, ya que ahora una tal Lisbeth Salander entra en acción. Menudo personaje la Salander. A mi me da que entra ella y Dragan Armanskij hay tema. Tendré que segur leyendo.
Parece que la cosa se pone interesante. Un tal Henrik Vanger contrata a Blomkvist para una investigación. La desaparición de Harriet Vanger. Esto promete. Parecía imposible pero las horas se me pasan volando. No creí que un libro fuera más entretenido que la tele. Lo que se están perdiendo la gente con esos programa basura.
Ya casi voy por el final del libro. Mientras leo, los primeros trinos de los pájaros se escuchan, amenizando mi lectura. Resulta que tras la laboriosa investigación de Blomkvist y Salender ya tenenmos culpable. La tensión crece por segundos, intento leer lo más rapido posible y sin perder detalle, ya que la intriga me corroe, ni siquiera me voy al despacho del Sr. Roca para no perder el hilo de estos últimos momentos....
Bueno ya ha salido el sol. Les contaría como acaba todo, pero no quiero ser yo el que les reviente el suspense. Además después de leer toda la noche sólo pienso en mi colchón y mi almohada. Pero fue interesante la experiencia. Ya estoy deseando que esta noche pongan la misma basura por la tele que ayer.
1 de julio de 2010
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2 comentarios:
Pues a mí al principio me costó entrar en la historia un montón, estuve a punto de dejarlo, luego me enganchó y sí, ahora me estoy leyendo el segundo... :)
El personaje de Salander me entusiasma.
Besoteeeeee!!!!!!
La verdad que se enrolla un poco con el juicio y demás detalles, pero luego cuando la historia toma forma es adictiva XDD
Un saludo!
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